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Adiós, preciosas.
Adiós, turista.
A Mart�n le salta el corazón en el pecho. Es feliz. Sube por Alcal� a paso picado,
silbando la Madelón.
Hoy ver�n los m�os que soy otro hombre.
Los suyos pensaban algo por el estilo. Martin, que lleva ya largo rato andando, se para
ante los escaparates de una bisuter�a.
Cuando est� trabajando y gane dinero, le comprar� unos pendientes a la Filo. Y
otros a Purita. Se palpa el periódico y sonr�e.
�Aqu� puede haber una pista!
Mart�n, por un vago presentimiento, no quiere precipitarse... En el bolsillo lleva el
periódico, del que no ha le�do todav�a la sección de anuncios ni los edictos. Ni el
racionamiento de los pueblos del cinturón.
�Ja, ja! Los pueblos del cinturón. �Qu� chistoso! �Los pueblos del cinturón!
Madrid, 1945-50.
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