[ Pobierz całość w formacie PDF ]
salón con una pequeña cocina integrada y un pequeño dormitorio con un cuarto de
baño diminuto.
A pesar del polvo y de un par de telarañas, el interior estaba bien cuidado y
limpio. Los muebles eran útiles más que otra cosa, pero el ambiente resultaba
acogedor gracias a los ramos de flores secas y algunos otros toques de color. Una
chimenea de piedra ocupaba una pared completa.
No está mal dijo Kyle tras mirar en los armarios de la cocina . Hay
comida de sobre y latas.
Rianna entró en el dormitorio.
Espero que los dueños tengan aquí un poco de ropa.
Abrió el armario y encontró una colección de ropa de invierno que no le iba a
resultar útil, pero se llevó la agradable sorpresa de dar con unas zapatillas de tenis.
En los cajones de la cómoda encontraron ropa para ponerse.
Esta cabaña debe de ser de una pareja. Hay ropa de hombre y mujer le dijo
a Kyle cuando entró en el dormitorio.
¿De qué tamaño?
El hombre debe de ser un tipo grande, y la mujer es normal. Puede que pesen
algo más que nosotros pero creo que podremos apañarnos.
No sería mala idea ponernos algunas prendas debajo para dar sensación de
mayor volumen. Cualquier cosa que nos ayude a pasar desapercibidos vendrá bien.
Estaba de acuerdo.
Deberíamos ducharnos, comer algo y volver a ponernos en marcha
sugirió . Si conseguimos que alguien nos lleve a la ciudad, podremos recoger el
dinero de la oficina de correos, pagarnos el transporte y estar a kilómetros de aquí
cuando Rudy quiera ampliar la búsqueda.
¿No crees que sería mejor quedarnos aquí a pasar la noche y salir mañana?
Rianna se imaginó otra noche como la anterior, intentando dormir pero sin
conseguirlo por tener a aquel hombre demasiado cerca. No sería muy inteligente
volver a ponerse en una situación de tanta intimidad. Además, no podrían descansar
sabiendo que Rudy podía encontrarlos en cualquier momento.
Además, estaba el emisor que llevaba bajo la piel. Apretó los dientes. Quería
quitárselo lo antes posible.
Escaneado por Marisol F y corregido por SCC Nº Paginas 62-130
Barrer, Becky El riesgo del amor
Marcharse es arriesgado, pero todavía lo es más quedarse. Si tú encontraste
esta cabaña, los hombres de Gregory también pueden encontrarla. Si tenemos
problemas, preferiría estar en la ciudad. Si es necesario, incluso podríamos pedirle
ayuda al sheriff.
Está bien. Pondré el generador en marcha y te quitaré la pistola del cuello.
Rianna se echó mano a la nuca.
¿Qué podemos hacer?
Tendríamos que reemplazar el arma por alguna otra cosa metálica. No
llamaría tanto la atención.
Rianna salió al salón.
Tendremos que dejarles una buena propina a nuestros anfitriones dijo al
acercarse a la nevera. Había una pequeña libreta sujeta con un imán en la puerta y
eso le dio una idea . Un imán distorsionaría por completo la señal, ¿no?
Buena idea dijo Kyle . Deberíamos intentar pagar lo que nos comamos,
pero tengo todo mi dinero en el barco. ¿Y tú?
Él bajó la mirada a su entrepierna y ella sintió que la carne le palpitaba.
Siempre contestó, cambiando de postura . Ya te dije que nunca salgo de
casa sin dinero.
¿Cuánto llevas?
Unos cientos de dólares. Lo suficiente para un par de días de comida y
alojamiento.
Entonces, no necesitaremos lo que te enviaste por correo en Somerset.
Todo depende del tiempo que tengamos que estar huyendo.
¿Cuánto dejaste en Somerset?
Cuatro mil y un carné falso.
Él suspiró.
Bien. Entonces, tendremos que ir a por ello.
Se había hecho casi de noche para cuando se ducharon y comieron. Rianna se
había lavado el biquini y lo llevaba puesto debajo de los pantalones. No quería salir
sin su bolsillo de reserva.
Cuando salieron de la cabaña, después de que Kyle le hubiera colocado el imán
en la funda de su pistola de modo que no llamase la atención, parecían una pareja
casada vestida de sport y con zapatillas de deporte.
Caminaron por el bosque despacio, asegurando el avance, y cuando llegaron a
la carretera principal, pararon a un joven que conducía una vieja camioneta.
Trabajaba en la marina pero su turno había terminado, así que aceptó encantado los
veinte dólares que le ofrecieron para que los llevase a Somerset.
Escaneado por Marisol F y corregido por SCC Nº Paginas 63-130
Barrer, Becky El riesgo del amor
Rianna hizo el viaje apretada entre ambos. La palanca de cambios iba al suelo,
de modo que tenía que echarse encima de Kyle para no darle con la pierna. Cada
curva de la carretera la echaba encima de él y sentir su cuerpo firme de ese modo la
estaba poniendo nerviosa.
Llegaron a las afueras de la ciudad poco antes de las once. Kyle la ayudó a bajar
de la camioneta, pero ella enseguida soltó su mano. Tras darles las gracias al joven, se
despidieron y Kyle fue a darle de nuevo la mano.
Mejor tener las manos libres por si es necesario usar las armas dijo ella.
[ Pobierz całość w formacie PDF ]